MASARABA EN LA COCINA

Sueños, Ideas, historias!

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Una historia sobre Frau Holle.

E

n un bosque de Alemania, muy alejado del pueblo, vivía una mujer llamada Frau Holle. Siempre iba vestida de negro porque era viuda y esa era la costumbre. Vivía sola y tenía algunos animales a su servicio. La gente decía que su gato le limpiaba la casa y que su perro cazaba para alimentarla. Incluso durante la época mas fría del invierno, su jardín siempre estaba verde. En el aire se notaba el olor a pan recién hecho y en si telar tejía verdaderas maravillas, que eran un deleite para la vista. Los habitantes del pueblo no la entendían, pero la respetaban y aceptaban el hecho de que era diferente a los demás.

El párroco aseguraba que era una bruja y no la dejaba entrar a la iglesia, pero esto no preocupaba a Frau Holle. Ella siempre decía que, de todas formas. Dios no estaba en ese edificio. Porque dios vivía en los arboles del bosque y en las setas que tomaba para mantenerse despierta durante toda la noche cuando tenia que llevar a cabo alguna ceremonia de curación.

Durante el día la gente la evitaba. Pero al caer la noche, protegidas por la oscuridad, venían a verla personas de todas partes. Incluso el párroco de la nueva religión envió a su ama de llaves para que le trajese una medicina con la que calmar sus doloridas articulaciones. Las comadronas acudían a Frau Holle para que les proporcionase hierbas que mitigasen los dolores de parto y las ayudasen a sacar la placenta. Las jóvenes iban a verla para que les preparase pócimas de amor y los muchachos les pedían hiervas que estimulasen su vitalidad. Ella conocía toda clase de remedios para curar cualquier enfermedad. Pero pasado un tiempo, Frau Holle desapareció. La gente decía que en realidad no había muerto, si no que cabalgaba sobre las alas del viento, sacudiendo sus blancas plumas. Se la oía cantar en los tejados y, con frecuencia, durante la noche, cuando las personas estaban durmiendo, les hacia cosquillas en la planta de los pies simplemente para divertirse. Algunos aseguran que todavía lo sigue haciendo.

Su nombre es Frau Holl, la prudente araña. Su morada es la brillante luna, que hace girar al mundo con su magnetismo mientras teje sus hechizos sobre la gran rueda de capricornio.

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